Una colcha es para siempre.

¿Quién de vosotras no ha confeccionado una colcha de lana en su vida?

Seguro que las habrá, aunque está claro que no todos tenemos la misma habilidad. Cuando una se zambulle en el mundillo del crochet/ganchillo, o bien del punto de media, siempre termina haciendo una colcha, y eso precisamente me sucedió a mí, y no solo hice una, sino que terminé haciendo hasta tres, y algo me dice que seguirá aumentando la colección. Una vez terminadas, me siento super orgullosa, el esfuerzo bien ha valido la pena.

Mi primera creación a punto de media, fue esta colcha de llamativos colores a cuadros. Para que todo no fuese igual, le añadí un rectángulo en su centro formando por rallas con todos los colores que había empleado para hacerla. Las uniones, como veis, las hice de ganchillo con lana blanca, y para darle un toque más juvenil si cabe, pasé de los remates de puntillas, y tejí una banda de unos cuatro dedos de ancho, a cuadros de colores, y la cosí a todo el contorno. Una vez terminada se ha quedado super chuli, tanto es así que, Odín, mi bulldog francés, quiso estrenarla nada más verla colocada en el sillón. Menudo listo está hecho...jajaja.

Han pasado algunos años desde que la realicé, de ahí lo de indicar que «una colcha es para siempre», o mejor debería decir para... siempre y cuando te dejen usarla, y es complicado cuando tienes un perrito tan listo como el mío.

07/09/2015

En la segunda creación, quise subir el listón un poco más, ya no me conformaba en tejer sencillos cuadros de colores, así que rebusqué en el interminable mundo de Google y llegué a la página de Shenshoku, un portal de venta on-line de lanas y otros materiales, para la confección de prendas, donde proponían realizar un taller guiado durante 16 semanas. Aquello me pareció inviable, ya que suelo ser un tanto impaciente en estos menesteres, pero lo que sí hice, fue seguir las pautas para confeccionar todos los apliques florales que figuraban en la imagen

Cuando entré en la página, al instante caí rendida ante el preciso kit que anunciaban para realizar una manta a ganchillo con la técnica Granny Square. A pesar de indicar el material necesario y el costo que podría suponer,  al cambiar los colores y cantidades, ya que quería una manta de mayores dimensiones, el precio no resultó ser los 17€ que allí se decía. Como resultado, esta preciosa colcha.

Para la tercera creación me he dejado llevar por mi inspiración, así que lo único que he tomado como referencia han sido los colores de mi salón, y he combinado algunos neutros (blanco, beige y azul claro), con otros con más personalidad como el tono marrón tabaco o el azul plomizo. Un ganchillo de numeración elevada me ha servido para terminar en un santiamén estas ¡dos colchas!, una para el sillón y la otra, para ser empleada de cubre piernas a la hora del descanso ante el televisor.

Las lanas las escogí sintéticas, así me servían tanto para verano como para invierno, y más bien como motivo de decoración.