VALERIA, una koalita muy nerviosa.

Cuando empiezo un amigurumi, lo primero que pienso es a quién va ir dirigido, ya qué supuestamente el "alma" del muñeco ha de atesorar lo mejor de esa persona.

Cuando la mami de Valeria me hizo el encargo, tan solo había visto de la niña un breve vídeo, pero al instante supe que podía ser de todo, menos tranquila como un koala.

Así pues, invertí la dosis mágica, e hice que el "alma" de su amigurumi recogiese la tranquilidad que a ella le faltaba, o más bien, la mantuviese entretenida, así dar a sus papis la oportunidad de descansar de sus travesuras, durante unos minutos al día.

Cuando ambas se conocieron, fue amor a primera vista.

Estoy segura que Valería y su koalita serán grandes amigas a partir de ahora.

Si no me creéis, juzgar vosotros mismos. Esta es la reacción de la peque al conocer a su nueva amiga.